martes, 26 de enero de 2010

Investigamos. Los amigos colaboran...



-¿Vamos entonces? -dice mirándome- como preguntando si estaba segura. -¡¡¡Claroooooo!!!-grité- y salté de la silla para abrazarlo fuerte, fuerte.
Hoy es martes 26 de enero de 2010, pasaron tan solo ocho días y esta decisión nos tiene muy ilusionados. Algo ha cambiado, la magia ya no duerme la siesta y se ha instalado en nuestra casa para cobijarnos.
Por mi parte he recobrado una buena dosis de energía corporal (también es cierto que he dejado de fumar) y observo que ambos, tenemos más ganas de hacer cosas, a pesar del invierno, que habitualmente suele aletargarnos. Hemos retomado la obra del baño, es decir, las terminaciones que quedaron “esperando”, compramos pintura y las veintisiete manillas del mueble bar que llevaban rotas desde hace ¡años! Por no detallar las ideas que surgen espontáneas para diseñar y decorar todo lo que nos falta (entre ellas enmarcar las obras de DamasArt y colgarlas en la sala)
Mientras tanto... seguido investigando y ya tenemos prácticamente el enigma descifrado. ¡Es difícil! Pero con ayuda de los guerreros de la luz (entre ellos mi abuela) lo vamos armando. Cuento esto, porque me he ido a dormir muchas veces con alguna pista en la cabeza dando vueltas y nada más abrir los ojos, por la mañana siguiente, en voz alta, digo la respuesta. Mi esposo -a quien estoy volviendo loco- es fiel testigo de ello…
Entre otras cosas, estamos conectados con un grupo de amigos que se sumaron a este enigmático” juego” y se apasionan como nosotros con la búsqueda y ante cada posible prueba encaminada. Sin ir más lejos se nos unió V. Ana, la persona que tuvo la cajita en custodia y relató la historia para todos:

“¡¡¡Holaaaa!!!... bueno... ahora si ya estoy sentadita y lista para contar la historia de la cajita....jiji....
Con Danik nos hicimos amigas cuando yo me mudé al mismo complejo en el que vivía ella. Primero fue mi naturópata (luego de charlar horas me daba mi fórmula de flores de Bach, las cuales me ayudaron muchísimo para superar dificultades que yo tenía, y… la locura todavía la conservo!!! Jajá jajá...) luego, pasado un tiempo y ya siendo amigas, charlábamos de nuestras cosas y obviamente de las penas de amores... yo venía cascoteada como un ¡¡¡gato!!! jaja y ella... recuperándose de un muy mal trago.
Teníamos por costumbre los domingos a la tardecita, sentadas en la terracita que ella tenía, tomarnos una cerveza bien helada con unas sabrosas papas fritas que pedíamos a un delivery de por aquí cerca (la del vino tinto, la contamos otro días jeje)
Creo que fue allá por 2004, en una de esas tardes calurosísimas de Buenos Aires nos quedamos adentro (por el aire ¡¡¡acondicionado!!! jajá jajá...no daba para estar afuera).
Recuerdo que esa tarde-noche estábamos en la sala, con otras dos amigas mías. Entonces hablando de la importancia de los rituales en la vida, entre otras cosas, Danik comenzó a contarnos la historia de su cajita mágica... Yo que alucino con todo ese tipo de cosas y que además creo firmemente en que cuando deseamos algo realmente con el corazón, este deseo tarde o temprano se concreta, escuchaba atentamente… Cuando termina su relato, nos propone a las tres, que, tomando la cajita, pidamos fuertemente un deseo, y para que conservara nuestra energía, dejar en ella algo nuestro… Allí mismo, tomé la cajita y cerrando mis ojos pedí por lo que más deseaba en ese momento, encontrar a MI AMOR (si mal no recuerdo, era lo mismo que deseábamos las cuatro) aunque una de mis amigas no quiso, Lu (la más escéptica) que con el tiempo hizo unos cambios extraordinarios gracias a las armonizaciones y a las flores de Bach!!!! La que ahora está ahí, disfrutando de su embarazo, junto a su gran amor, porque aunque no haya participado del ritual, estaba allí y fue bendecida) Luego siguió Maru (que lo hizo solo como: otra chance). Danik nos dijo que hasta que cada una fuera encontrando su amor, permanecería abierta y la iríamos cerrando, a medida que llegaran... Durante un tiempo, diferentes personas llegaron a nuestras vidas… (La cajita siempre abierta) apostando a que quizá alguno de esos corazones fueran los que latirían como nunca por nosotras... Yo cada tanto, cuando visitaba a mi amiga, le reiteraba a la cajita mi deseo, como para que no se olvide, jijiji... bueno, en realidad se lo pedíamos a la a la abuela queridísima de Danik... Llegó el día en que ella siguiendo señales muy impresionantes, decide viajar a España...



Continuará

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?



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