lunes, 15 de febrero de 2010

San Valentín

Él estaba resfriado y le tocaba trabajar de sábado, así que pensamos que lo mejor sería salir a comer el domingo en algún lugar nuevo u otro que “apareciera” por ahí... Lo fui a buscar al finalizar su jornada del 13, a pesar del frío, el fino granizo y la lluvia intermitentes. Compramos lo indispensable para el fin de semana y nos fuimos a casa, comimos y dormimos una grandísima siesta, lo que me ocasionó un muy tardío sueño por la noche. Por lo cual, la mañana del domingo, me quedé abrazada a la almohada, durmiendo plácidamente. Alrededor de las once, mi amor entró a la habitación con una bandeja de desayuno completo: Café con leche, zumo de naranja, galletitas de agua (argentinas) tostadas con mermelada, aceite de oliva y trocitos de queso. Y en lugar de levantar la persiana [como hace habitualmente] se acercó a la tele y en el dvd insertó una película: “El secreto de sus ojos” que hace rato yo quería ver…
-Feliz día mi vida-dijo- disfruta de la película- a lo que le siguió un beso - y volvió a sus tareas en el ordenador…
-¡¡¡Feliz día mi amor!!!-respondí eufórica y le regalé todo mi amor…

Te voy a querer
Aún con el pijama
Dibujado en mi cara

Entera o enclenque
Desnuda o vestida de luna
De fiesta o tirada sin ganas

Con medias rojas y kenzo
Entrando o saliendo
Cantando o padeciendo

Despeinada y arrugada
Maquillada o disfrazada
Lenta o atropellada

Con ruleros o sombreros
Con pimientos en febrero
Bebiendo sidra y agua ardiente

En tierra lisa o en pendiente
Barro frío o mar candente
Con pan duro o pan caliente

… Te voy a querer

Dame un beso
Y cierra la ventana…

Soy yo, la que te va querer.

jueves, 11 de febrero de 2010

Una espada se ha transformado en rosa...




Porque nada se pierde, todo se transforma.

El domingo 7 de febrero de 2010 pasamos todo el día fuera de casa y al llegar -lo primero que hice- fue entrar a ver “El enigma” pues la fecha del viaje se nos venía encima. ¡Y allí estaba! –El- vencedor- con- su- espada-. Alguien, había conseguido, de manera muy rápida, llegar a la meta con todas las pruebas realizadas.
Me alegré, principalmente, por la reacción interna que tuve –sorpresa- por la rapidez del hallazgo y una -calma exagerada- cómo si fuera algo que estás esperando, pues para ser sincera, lo presentía. Con la misma calma se lo comuniqué a mi esposo, al cual fue como -echarle- un- cubo- de- agua- fría- y así se quedó, tristemente “congelado”. La noche anterior, precisamente, estuvimos hablando y pude percibir claramente la ilusión que le hacía realizar esa aventura, por el simple hecho, creo, de la motivación que le hace falta a su vida, en un momento, en el cual se siente con el botón en “pausa”.
Por mi parte, aplico doctrinas espirituales, un sendero que empecé a caminar hace por lo menos quince años, el cual estoy retomando, lenta y apaciblemente…
Me vienen en recuerdos, las palabras de uno de mis maestros –Juan-[clarividente-argentino] con quien hice varios viajes de carácter espiritual e investigativo. Fue en el regreso de su viaje a la India: “Vos no necesitás ir a ver a Sai Baba ni a ningún otro sitio, para recorrer tu camino, porque sabés perfectamente, que tu verdad está ahí dentro” –dijo- señalándome el corazón… “Disfrutá de la vida, seguí tus intuiciones, luchá por tus sueños y no olvidés que venimos solos y nos vamos solos” -prosiguió- aunque la persona que te merece, está esperándote-
Está esperándote… reverberó en mi cabeza en el camino de regreso a mi casa.
¿Y si no necesito andar esos caminos, porque me gusta recorrer esos lugares místicos? -Me pregunté- Y la “voz” interior respondió: ¿Cuales son tus sueños?
-Recorrer mundo- respondí en voz alta y algunas personas del subte, línea D: Catedral-Congreso de Tucumán, me miraron extrañadas…



Así empezó la aventura:

sábado, 6 de febrero de 2010

ELLA



Ya os he hablado de Ella, he dicho Reina, Mamma, he dicho abuela…
Hoy sábado 6 de febrero de 2010, hace nueve años, doña Reina Dominga, a quien le llamábamos “la Mamma” –incluso todos los niños del barrio- partió con los ojos cerrados, desconociéndonos, a ocupar una plaza vacante, de ángeles guardianes. Hoy creo que no nos desconocía, sino que ya estaba en otra dimensión, solo que su corazón de roble la mantenía con vida pues sus ojos luminosos -a pesar del deterioro- se detenían asombrados observando “la nada” y con su voz inconfundible de castañuela –aunque más aniñada- hablaba con don Ebelio y doña Hipólita, con la frescura de años, que los sueños atrapan. Ellos fueron -en vida- su esposo y su madre respectivamente… ¿Cabe alguna duda que estaban allí, tendiéndole la mano para acompañarla en el trayecto?
Como recordaréis, os he contado que “hablo” con ella, creo que de algún modo, todos lo hacemos con nuestros seres queridos, pero la mayoría los lloran y añoran, como si hubiesen desaparecido y no es ¡así! Es solo un cambio de estado… Y que un día, junto a su espíritu presente, creamos juntas, la “cajita” mágica. ¿Que cosas podrían certificar que todo aquello fue verdadero? –que lo hubiese sido de todos modos si “Ella” no hubiese estado allí, pues tu verdad, lo que tú crees, simplemente, sucede… ES- Las señales. Las señales son las que te dan los indicios, las que te llevan por caminos, en principio, a veces, sin sentido, pero cuando atas cabos, caes en la cuenta de que todo ha sido guiado por una mano especial, “alguien”, que con su amor infinito, teje las redes para que te lances, a tu triple mortal… Así fue como un día 25 de febrero de 2005 pisé tierra española y encontré a mi “otra parte”, que se encontraba en Madrid por trabajo, circunstancialmente. Y como un día 6 de febrero de 2006 pisé tierra asturiana para quedarme. Para oír, un día 6 de enero de 2008 -de la voz de mi amado- pedirme -de una forma muy especial- matrimonio. Y para cerrar el círculo, un día 6 de febrero de 2009 nos otorgaron la fecha para casarnos el día 6 de marzo del mismo año…

Leed atentamente estos datos:

Un 6 de enero de 1924 nació mi abuela Reina
Un 6 de enero de 2008 recibí mi anillo –lleva grabada esa fecha- para casarnos.

Un 25 de febrero de ¿? Llegó Marina –mi suegra- de Rusia, luego del desarraigo que duró veinticinco años.
Un 25 de febrero de 2005 llegué de Argentina a España.

Un 6 de febrero de 2001 mi abuela Reina falleció.
Un 6 de febrero de 2006 vine a Asturias a vivir con mi amado.
Un 6 de febrero de 2009 le otorgan a mi hija –luego de muchas vueltas- la fecha para casarnos en Buenos Aires –nosotros estábamos aún en España- Y finalmente un día 6 de marzo de 2009… Nos casamos.

Otra curiosidad:
Marina –mi suegra- y Danilo –mi hermano- cumplen años, ambos, el 9 de agosto

Sacad vosotros vuestras propias conclusiones. Hoy, yo no tengo palabras, solo emociones…





Continuará


Así empezó la aventura:




viernes, 5 de febrero de 2010

Hoy es mañana

… Mi ánimo sigue igual, tal vez mejor que ayer aún y me apetece poco realmente estudiar las reacciones distintas a las imaginadas, puede ser, que algo en mí esté cambiando, hago procesos muy rápidos y me ocasiona cierta pena, que los estudios sociológicos, hoy, empiecen a importarme menos. Pero me importan más los amigos, el amor, la vida cotidiana de personas comunes que sueñan y tienen ganas de caminar sin rumbo, simplemente, tomados de la mano. Me importa que en un lugar de Francia, haya una familia de distintas generaciones, buscando como nosotros, entusiasmados, las pistas de un enigma muy bien elaborado. Me importa además, porque son mí familia. Mi tía es la hija menor de nuestra Maravillosa Reina, la Mamma, la abuela… Y hoy, es ella, con sus propios nietos, la que está investigando sobre caminos y posibles alegorías, en historias de hechiceras cátaras.
Me importa que precisamente ayer, después de postear, recibiera las fotos de un ángel verdadero, el cual me llenó de lágrimas, al recordar a mi abuelo. Nuestro Bautista, el sobrino pequeño de tan solo diez meses, es la genética exacta de su bisabuelo, fallecido hace treinta y cuatro años: El Colorado Méndez.
Me importa un TE QUIERO con mayúsculas de una amiga que no he visto nunca y jugamos a que nuestros sobrinos se encontrarán algún día para casarse… Me importa que me acompañen personas como Norha y DamasArt, -tremendas artistas- que me han enviado más que sus investigaciones, me han enviado su amor envuelto en lacitos de colores, para que me lo lleve conmigo, para siempre.
Luego está la cuota de algarabía de Alejandra, que aparece cuando su ordenador se despierta con gracia… Y está Fran, que se ríe sin dejar de sorprenderse.
Y Valeria, que trajo el conmovedor relato de la “cajita mágica”. Y está Maitea, Patones, Alex, Marian y ¡Carolina! que cuando regrese de las vacaciones, nos agitará las neuronas con sus aportes frescos de cabeza renovada…
Y por último, amigos míos, están las señales…






Continuará...

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?
4º Investigamos. Los amigos colaboran.
5º El cierre de la "cajita"
6º Jueves 4 de febrero de 2010

jueves, 4 de febrero de 2010

Jueves 4 de febrero de 2010

Me gusta la rutina, siempre me ha gustado, contrariamente a lo que parece, ésta me aporta serenidad, estabilidad y una cierta seguridad -de la que se carece- aunque me sienta segura de mí misma. Sentirse seguro de uno mismo, no es igual a estar seguro, o tener seguridad ante/o de, algo. Pues yo sé que aprendí a valorarme, a quererme aceptándome como soy, a confiar en mí, en mi intuición, a dar pasos y a hacer cambios cuando el corazón me lo pide, sin embargo, no sé bien de que se trata la seguridad, pues cuanto más lo estuve de algo o alguien, me fui al abismo de cabeza y en picada.

Ahora estoy en una de esas fases de saltos en la rutina y eso ¡sí! es lo que me ¡gusta! Y no hay verdad más absoluta de que la fuerza está en los trayectos, más que en las metas. La posibilidad de concretar, la adrenalina de “armar” un rumbo, la motivación de conseguirlo, es lo que de veras nos mantiene “vivos”.
Los días ya se asoman un poco más largos a pesar del frío que nos sigue azotando. He pensado mucho en ello en cuanto al viaje, el trayecto nos llevará por lugares donde las heladas, no son moco de pavos y quizás algunos sitios, ahora mismo sean de difícil acceso a causa de la nieve. Será un gran reto que mi mente dibuja, con escenas de templarios.

A la fecha he restaurado unas cuantas cosas en casa, ya acabé la pintura de la escayola del baño y he comenzado a acondicionar la pared del hall de entrada pues fue muy deteriorada con la obra. Todo esto me proporciona una sinergia mental, una unión de varias fuerzas, que se fusionan para transportar a mi cuerpo, una gran capacidad de acción, inmediata a la idea, lo cual por supuesto, me adiciona una enorme satisfacción personal.
No ha sido lo mismo, la poca respuesta -no sé como llamarlo en verdad- de las personas. El grupo se ve cada vez más reducido y es algo, que me llama poderosamente la atención, sobre lo cual, estoy pensando y repasando… Me ha interesado de toda la vida el comportamiento social-humano, las reacciones, las emociones, las capacidades-incapacidades etc. Pero eso, lo dejo para mañana…



Continuará...

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?
4º Investigamos. Los amigos colaboran.
5º El cierre de la "cajita"

viernes, 29 de enero de 2010

El cierre de la "cajita"



"Me puse súper contenta por ella, pero no voy a negar que me producía tristeza saber que una amiga tan querida se iba lejos... Días antes de su partida sentadas frente a la cajita charlando, me cuenta que algo dentro de ella le decía que la persona de las señales, no era su alma gemela, pero que sin embargo, sabía que tenía que realizar ese viaje de todas maneras, porque resolver encontrarse de frente a tan misteriosas coincidencias, iba a ser revelador en su vida. El día antes de su partida fui a su casa para despedirnos y allí fue cuando el cofre, pasa a mis manos. Me dice que me la deja en custodia, que en algún momento se reuniría nuevamente con su querida “cajita”. Su pedido fue claro: “cuando encuentre a MI AMADO, cerrarás la “cajita” por mí y lo mismo deberás hacer cuando aparezca el tuyo”. La “cajita” entonces vino a mi casa y allí tenía un lugar especial, siempre abierto... hasta que un día, chateando, me escribe: “llegó la hora de cerrar la “cajita” (CLARO YA ESTABA CON SU AMOR!!!!!!!!!...) mientras chateábamos, yo trataba de ver las teclas tras las lágrimas de emoción que saltaban de mis ojos... y así lo hice, tal su pedido, con las palabras que me pidió que repitiera. Luego volví a abrirla, hasta que MI AMADO LLEGARA A MI VIDA..... Y así fue, en 2008 también yo cerré la “cajita” y permaneció cerrada, hasta un día de febrero de 2009 que Danik regresó a Argentina, para ¡¡¡¡casarseeee!!!!
Una noche calurosa nos juntamos los cuatro en casa. Les contamos a -ellos dos- la historia de la “cajita”. Y fue allí, que, juntas, con nuestro tesoro sobre una servilleta de corazones, por fin, definitivamente, la abrimos y volvimos a cerrarla... Fue un momento hermoso, coronado con lágrimas de felicidad, de risas y de la mano de ¡¡¡NUESTROS AMORES!!! y créanme que ahora mismo que termino de escribir (muy resumido, porque muchas cosas han pasado, hasta llegar al corazón justo) la historia de "la cajita mágica" para que ustedes también la conozcan, y entiendan las fotos de Danik, lágrimas de felicidad saltan nuevamente de mis ojos...
¡¡¡Ah!!!.... No quiero olvidar algo muy importante: el día de la boda, las alianzas, por supuesto estuvieron dentro de la “cajita” hasta el momento de la bendición y buenos deseos, en que fui designada como “hada madrina” y ellos, volvieron a colocarse uno al otro, los anillos...







AMIGA MÍA, TE QUIEROOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!
BESOS V. ANA”

Continuará...




Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?
4º Investigamos. Los amigos colaboran.

martes, 26 de enero de 2010

Investigamos. Los amigos colaboran...



-¿Vamos entonces? -dice mirándome- como preguntando si estaba segura. -¡¡¡Claroooooo!!!-grité- y salté de la silla para abrazarlo fuerte, fuerte.
Hoy es martes 26 de enero de 2010, pasaron tan solo ocho días y esta decisión nos tiene muy ilusionados. Algo ha cambiado, la magia ya no duerme la siesta y se ha instalado en nuestra casa para cobijarnos.
Por mi parte he recobrado una buena dosis de energía corporal (también es cierto que he dejado de fumar) y observo que ambos, tenemos más ganas de hacer cosas, a pesar del invierno, que habitualmente suele aletargarnos. Hemos retomado la obra del baño, es decir, las terminaciones que quedaron “esperando”, compramos pintura y las veintisiete manillas del mueble bar que llevaban rotas desde hace ¡años! Por no detallar las ideas que surgen espontáneas para diseñar y decorar todo lo que nos falta (entre ellas enmarcar las obras de DamasArt y colgarlas en la sala)
Mientras tanto... seguido investigando y ya tenemos prácticamente el enigma descifrado. ¡Es difícil! Pero con ayuda de los guerreros de la luz (entre ellos mi abuela) lo vamos armando. Cuento esto, porque me he ido a dormir muchas veces con alguna pista en la cabeza dando vueltas y nada más abrir los ojos, por la mañana siguiente, en voz alta, digo la respuesta. Mi esposo -a quien estoy volviendo loco- es fiel testigo de ello…
Entre otras cosas, estamos conectados con un grupo de amigos que se sumaron a este enigmático” juego” y se apasionan como nosotros con la búsqueda y ante cada posible prueba encaminada. Sin ir más lejos se nos unió V. Ana, la persona que tuvo la cajita en custodia y relató la historia para todos:

“¡¡¡Holaaaa!!!... bueno... ahora si ya estoy sentadita y lista para contar la historia de la cajita....jiji....
Con Danik nos hicimos amigas cuando yo me mudé al mismo complejo en el que vivía ella. Primero fue mi naturópata (luego de charlar horas me daba mi fórmula de flores de Bach, las cuales me ayudaron muchísimo para superar dificultades que yo tenía, y… la locura todavía la conservo!!! Jajá jajá...) luego, pasado un tiempo y ya siendo amigas, charlábamos de nuestras cosas y obviamente de las penas de amores... yo venía cascoteada como un ¡¡¡gato!!! jaja y ella... recuperándose de un muy mal trago.
Teníamos por costumbre los domingos a la tardecita, sentadas en la terracita que ella tenía, tomarnos una cerveza bien helada con unas sabrosas papas fritas que pedíamos a un delivery de por aquí cerca (la del vino tinto, la contamos otro días jeje)
Creo que fue allá por 2004, en una de esas tardes calurosísimas de Buenos Aires nos quedamos adentro (por el aire ¡¡¡acondicionado!!! jajá jajá...no daba para estar afuera).
Recuerdo que esa tarde-noche estábamos en la sala, con otras dos amigas mías. Entonces hablando de la importancia de los rituales en la vida, entre otras cosas, Danik comenzó a contarnos la historia de su cajita mágica... Yo que alucino con todo ese tipo de cosas y que además creo firmemente en que cuando deseamos algo realmente con el corazón, este deseo tarde o temprano se concreta, escuchaba atentamente… Cuando termina su relato, nos propone a las tres, que, tomando la cajita, pidamos fuertemente un deseo, y para que conservara nuestra energía, dejar en ella algo nuestro… Allí mismo, tomé la cajita y cerrando mis ojos pedí por lo que más deseaba en ese momento, encontrar a MI AMOR (si mal no recuerdo, era lo mismo que deseábamos las cuatro) aunque una de mis amigas no quiso, Lu (la más escéptica) que con el tiempo hizo unos cambios extraordinarios gracias a las armonizaciones y a las flores de Bach!!!! La que ahora está ahí, disfrutando de su embarazo, junto a su gran amor, porque aunque no haya participado del ritual, estaba allí y fue bendecida) Luego siguió Maru (que lo hizo solo como: otra chance). Danik nos dijo que hasta que cada una fuera encontrando su amor, permanecería abierta y la iríamos cerrando, a medida que llegaran... Durante un tiempo, diferentes personas llegaron a nuestras vidas… (La cajita siempre abierta) apostando a que quizá alguno de esos corazones fueran los que latirían como nunca por nosotras... Yo cada tanto, cuando visitaba a mi amiga, le reiteraba a la cajita mi deseo, como para que no se olvide, jijiji... bueno, en realidad se lo pedíamos a la a la abuela queridísima de Danik... Llegó el día en que ella siguiendo señales muy impresionantes, decide viajar a España...



Continuará

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?



miércoles, 20 de enero de 2010

¿Qué haremos para nuestro aniversario?

Sonrió cómplice, aunque con esa mueca de: “yo alucino contigo” pero seguimos investigando… A la hora del almuerzo me pregunta: -¿Qué haremos para nuestro aniversario vidi?- Yo rápidamente contesto: -¡Ir a por la espada! Este será un aniversario doble, un año de casados y cinco que vamos juntos por la vida, tiene que festejarse a lo grande ¿no te parece?- No pudo evitar soltar una carcajada…
Por la tardecita me puse impaciente, todo estaba muy lindo pero yo necesitaba una respuesta. Mi firme intención de ir se ve limitada por la falta de carné de conducir y el automóvil, es imprescindible para tantos kilómetros… y un enigma. Además, mi corazón siente que lo tenemos que hacer juntos.
Llegó la hora de la irritación cuando le manifesté: -yo hasta me animo a hacerlo igual, sola- a lo que él recibió como: “Me da igual si no vienes, yo me voy” Y un tanto alterado respondió: -Para un poco eh? No te enloquezcas con esto, yo trabajo, no puedo dejarlo todo y salir corriendo así como así- (Trabajo de sueldo normal, del cual vivimos los dos). Le expliqué que lo que dije no era un reproche, que mi mayor deseo es hacerlo juntos, pero de ser imposible tenía que encontrar la manera, pues es algo que no me puedo permitir dejar pasar, ahora no… Si vine a España a encontrarlo él, siguiendo señales, para muchos, absurdas ¿Cómo dejar de acudir a un llamado que desde que lo supe, solo hace bombear a mi corazón, sangre llena de oxígeno renovado? Simplemente, no puedo.
No hubo enfados ni discusiones, cenamos, me fui a la cama y él siguió hasta bastante entrada la noche abocado a la investigación.

Lunes 18 de enero de 2010: Rutina diaria. Por la mañana muy temprano mi esposo fue a trabajar. Yo me quedé durmiendo, pues al final, en vez de dormirme por la noche, me quedé leyendo nuevamente “El peregrino” hasta las 03.00 am. hora en que ya no pude más…
A pesar de haberme levantado tarde, hice bastante rápido las agobiantes tareas de los lunes (creo que es el día en que más ropa hay que lavar, más que recoger, más que ordenar, más, más… )
Con todo mi amor me dispuse a cocinar: capeletis caseros, rellenos de espinaca, ricota, nueces picadas y queso parmesano rallado con salsa crema de puerros. Hacía un tiempo que se los venía “anunciando” y al tener todos los ingredientes, aproveché para sorprenderlo… ¡Lo conseguí! Cuando llegó y los vio sobre la mesa cual sombreritos listos para ir al caldero, se le rieron hasta las ¡orejas! Y mucho más aún cuando nos sentamos a degustarlos acompañados con un poco de vino blanco albariño… la expresión fue lisa y llana: mmmmmmmmmmmm!!! Y entre risitas y halagos, con carita de niña buena le dije: -ahh entonces te los voy a preparar más seguido, así me dices que vamos a ir juntos a buscar la espada… -Ahh pues me haré de rogar-dijo- con sonrisa bromista, mientras miraba el almanaque -Ya conoces mi funcionamiento, nada de manipulaciones- respondí. Se puso de pie y se acercó al calendario -puedo pedir estos días- balbuceó señalando con su dedo índice sobre el mes de febrero...



Imagen: Diseño exclusivo para "El desafío" por DamasArt

Continúa...

Así empezó la aventura:


1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)

martes, 19 de enero de 2010

La cajita mágica (cofre de malaquita)

Era sábado 16 de enero de 2010, lo miré fijo a los ojos y le dije: – yo tengo que ir – No me respondió con ninguna palabra, pero se quedó sentado un par de horas en el ordenador leyendo y estudiando “El enigma” para llegar a la espada. Me di cuenta que le pasó lo mismo que a mí, una fuerza lo mantuvo conectado al llamado sin poder evitarlo. Sean cuales fueren las razones, él también se encontró misteriosamente atrapado. Es curioso y a la vez estremecedoramente emocionante, observarlo apasionado en algo a lo que creí, haría caso omiso. El domingo llegó el momento de conversaciones, pues hasta ahí solo eran búsquedas y armar un rompecabezas con el material que tenemos en casa (entre ellos los libros). Le conté entonces lo del marcador, el cual descansa en una cajita de la India (regalo que adquirió en Bombay otra de mis grandes amigas) de la cual él mismo fue testigo, cuando retornó a mis manos en Buenos Aires en marzo último, que fuimos a celebrar allí, junto a mis seres queridos nuestra boda. Dicha cajita guarda (además del marcador) unas hojitas de un pequeño gajo que corté en el Monte de los Olivos, un poquito de arena que recogí delante de la mágica pirámide Keops en Gizeh-Egipto, un prendedor de un elefante y su cría que perteneció a mi abuela fallecida (hoy uno de mis ángeles guía) una piedrita de cuarzo que me regaló otra amiga para que me acompañase cuando inicié mi aventura hacia España, una medalla con mi nombre grabado que usaba cuando era muy pequeña y un pendiente que dejó la persona a quien se la dejé en custodia.

ES UNA CAJITA MÁGICA, sí, aunque para muchos sea un cuento chino, es absolutamente real todo lo que estoy contando y muchas personas pueden dar fe de ello. Cierto día de diciembre yo me encontraba muy triste y casi desesperanzada en la espera de mi alma gemela (en mi interior sabía que estaba en algún sitio) y con ese dolor, “hablé” con mi abuela: “Abuela de mi corazón, voy a dejar dentro de este cofre la medalla de cuando era pequeña, tu prendedor y otras pequeñeces que tengo de lugares sagrados, voy a dejarla abierta y la cerraré solo cuando logres que pueda encontrar a mi amado, sea.”
Dos meses después yo emprendí mi viaje a España sin saber por cuanto tiempo, fui en búsqueda de algunas señales que no me podían dejar indiferente. Dejé todo, mi trabajo, mi casa, mis hijos (mayores) y me lancé. Apenas llegué a Madrid, en la misma casa donde me hospedaría, conocí al que hoy es mi esposo, aunque fue todo un año de “pruebas” hasta que empezamos una vida en común.

Continuará

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)

lunes, 18 de enero de 2010

El marcador quebrado (La primera señal)

No sé precisar bien la fecha, pero habrán transcurrido por lo menos diez años. Yo vivía en Buenos Aires y una amiga-alma-gemela, amante de conocer mundo, vino a España. A cada vuelta de sus viajes, solíamos encontrarnos a tomar un desayuno opíparo en La Costanera. Aquella mañana me contó su experiencia en Santiago de Compostela (algo desconocido para mí entonces) y me regaló un marcador de lectura metálico cuya parte superior tiene forma de concha, en medio de ésta, grabada la cruz que simula una espada. Yo estaba leyendo “El alquimista” de Paulo Coelho, escritor que acababa de conocer.
Me sentí atraída en ese momento por el relato de mi amiga sobre los peregrinos para llegar a la tumba del apóstol, reconozco que mi visión sobre las peregrinaciones cambió radicalmente desde que hice la vía dolorosa en Jerusalén. Antes, me parecía algo absurdo, aunque sigo pensando que ningún dios ni santo te pediría que hagas un sacrificio, pero ese, es otro tema.
Mi marcador de lectura comenzó a acompañarme y como dos años más tarde, con un bagaje algo más amplio sobre las lecturas “Herméticas” y habiendo realizado incluso un curso fascinante de alquimia llegó a mis manos “El Peregrino (Diario de un Mago)" del mismo autor Coelho. Entonces sucedió lo inesperado, un marcador metálico ¡se rompía! Se desprendió la concha de la base para sujetar las hojas, la expresión correcta es: ¡se partió! Tuve unos momentos enormes de pena, me gustaba mucho y le tenía un cariño muy especial. Así que utilicé uno de mis recursos para trasmutar los estados de ánimo de negativo a positivo y me dije: “Algún día tendré que ir y hacer el camino de Santiago”.
Pasaron toda esta cantidad de años y; por otras señales diferentes, hace cinco que llegué a España... me quedé. Estuve en Santiago de Compostela hace tres, muy de paso; ya era bien entrada la noche, así que poco pude ver. Algo latía en mi interior, sin embargo, ese “algo” me decía también que aún, no era el momento.
Ahora aparece “El desafío” de Paulo Coelho y apenas puedo dormir. No dejo de pensar ni un minuto en este “llamado” y estoy entregada por completo a las leyes universales para acudir.
Le enseñé a mi esposo de inmediato las directivas creyendo que diría algo cómo: “esto es una locura” sin embargo, quedó atrapado y con su personalidad mucho más apocada que la mía (soy exageradamente apasionada) dijo: – es algo muy interesante –





Continúa...

Así empezó la aventura:
1º El marcador quebrado (la primera señal)
2º La cajita mágica (cofre de malaquita)
3º ¿Qué haremos para nuestro aniversario?
4º Investigamos. Los amigos colaboran.
5º El cierre de la "cajita"
6º Jueves 4 de febrero de 2010
7º Hoy es mañana
8º ELLA

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